Voy a contarte un secreto que muy pocas personas saben de mí: interpreto Tarot desde que tenía 15 años. Llegó a mi vida de manera casual, y ahora que tengo casi 38 años analizo cómo se sigue percibiendo abordar este tema tras más de 20 años de experiencia.
Efectivamente es un secreto que solo conoce la gente más cercana en mi vida, ya que según con quién hables te van a juzgar pero la realidad es que hay mucha gente vinculada a temas esotéricos aunque lo silenciamos.
Así que me he cansado de guardar este secreto, y es que tan solo por intentar limpiar un poco el significado del Tarot ya merece la pena abrir el tema. Sin duda la explotación maliciosa que se ha hecho siempre de esta herramienta con el fin de monetizar bajo el empaque de «vendehumos» ha generado una mala reputación, incluso estigmatizando a las personas que tenemos relación con el tema, pero voy a contarte algunas cosas que posiblemente ayuden a cambiar perspectivas.
BSO para leer «El Tarot sin parafernalias»
«Weightless» de Mike Olfield. Pertenece al mi álbum favorito «Tubullar Bells II» -por esta cinta de cassette conocí a este artista que admiro y del que tengo toda su discografía en casa-.
El misticismo que acompaña a la interpretación, que en este vídeo está emplazado en un directo desde el Castillo de Edimburgo -DVD que tengo en casa también y que me encanta- me parece perfecto para ambientar auditivamente el texto y temática.
Recierda que puedes darle al play y leer a la vez, o bien leer el contenido y escuchar después, pero en cualquier caso no omitas escuchar la música que te recomiendo porque siempre enfatiza el mensaje a trasladar:
¿Cómo me inicié en el mundo del Tarot?
Fue un instinto viendo la revista de Círculo de Lectores en 1999, que cada cierto tiempo traía la persona comercial a casa de mi padre y mi madre. Siempre echaba vistazo, y si encontraba algo que me gustase -y si había ahorrado dinero de mis propinas- me lo compraba o en su defecto me lo cogían en casa cuando la economía doméstica lo permitía.
Con cerca de 15 años, aún no cumplidos, estaba mirando la revista que llevaba pocos días en casa y me llamó la atención el «Tarot de la Buenaventura Gitana»: leí la descripción explicando qué contenía y quedé prendada.
Cerré la revista un tanto incómoda porque el Tarot en mi casa, o en mi familia, jamás se había mencionado y no conocía a absolutamente a nadie alrededor que lo manejase… ¡Qué me estaba pasando para sentir esa curiosidad! Aún así me decidí y me lo compré con mi propina.
Conexión con el Tarot desde el principio
El día que vino la persona del Círculo de Lectores a traer el pedido a casa estaba nerviosa. Abrí el precinto, con las manos temblorosas, y ahí cambió todo: saqué la baraja incrustada en la tapa del libro, con unas imágenes ciertamente de aspecto infantil -naif, quizás, no sé muy bien describirlas técnicamente- y empecé a pasar de una en una para observarlas… ¡Noté algo especial!
¿Era energía tal vez? No lo sé, pero me puse en modo lectura para conocer bien qué tenía que hacer y cómo: fue un momento precioso, de conexión. Y así hasta hoy.
El primer aprendizaje importante es que el Tarot realmente no se echa, se interpreta: las cartas vehiculizan un mensaje que trae advertencias y noticias de diversa índole. Y nuestra actitud en muchos aspectos es clave para poder modificar algunas cosas que te cuentan, por lo que las cartas jamás dictan ni sentencian. Al menos esta es mi manera de trabajarlas.
Pero es cierto que en la sociedad está arraigada la errónea idea de que lo que digan se cumplirá, en gran parte por el negocio montado alrededor… Precisamente por ese formato «sacaperras» que envuelve una gran parte de este plano esotérico se arrastran muchas ideas trastocadas, y con ello viradas hacia conceptos negativos, pero bien empleado el Tarot es una herramienta fascinante y muy práctica como consulta y guía.
¿Me ha ayudado el Tarot?
Rotundamente sí me ha ayudado el Tarot, de hecho muchas grandes decisiones que he tomado en mi vida no han sido hechas a la ligera: siempre han estado tomadas con bastantes consultas concretas que me han orientado por los mensajes que trasladaban.
Efectivamente las cartas son herramientas útiles si se saben analizar, pero eso lleva años de interiorización. Como dato curioso decirte que tengo varios tipos de Tarots en casa, ya que es una temática que me fascina (también la grafología, quiromancia, interpretación de sueños, I-Ching, runas…), pero no es una máquina adivinatoria: no funcionan así…
Obviamente no puedes crear una falsa expectativa en torno al Tarot, creer que lo que te cuenten en una tirada será determinante porque no lo es: ayudan a enfocar, a decidir, a preveer ciertas cosas -nos preparan y advierten-, pero no son ciencia exacta -y si te lo venden así es que estás ante una consulta de pago…-.
Algunas anécdotas
Principalmente la que más se ha repetido es acompañar la frase «yo no creo en eso» casi seguida de un «voy a probar a ver, cuando puedas». Después está quien no quiere consultar nada porque le da miedo el Tarot en sí y lo que pueda llegar a «predecir» -que no predicen, vehiculizan mensajes y advertencias que se pueden cambiar según actitudes, insisto-, por eso si no se siente el consultar algo es mejor no hacerlo.
Sí quiero compartir contigo un recuerdo, en concreto de hace 16 años más o menos, de cuando tenía 22 años: estaba en un bar con mis amigas y por esa época llevaba el Tarot conmigo y les hacía tiradas de consulta para trabajar y potenciar mi intuición con otras personas, y una mujer sentada en la mesa de al lado me pidió que le interpretase una tirada ofreciéndome bastante dinero por ello. Por supuesto no cobré nada pero la mujer me invitó a una ronda para mí y mis amigas como compensación porque decía que le había aliviado.
Resulta que en las tiradas que hago con mi Tarot incluyo pasado, presente y futuro enfocado siempre desde el asesoramiento/advertencia, y en su pasado salía algo concreto que le comenté que me decían las cartas. Era algo muy exacto y no nos conocíamos de nada: la mujer no salía de su asombro -y yo igual-. El resto de tirada le sirvió de mucho, me dijo, y quiso compensarme: como no le había aceptado dinero nos invitó a otra ronda en aquel mismo bar.
Otra anédota es que conozco a una persona con vinculación directa al Tarot y a la mediunidad, que incluso ha colaborado con equipos de investigación policial en casos muy sonados de hace décadas -eso da para otro fideo, quién sabe si más adelante-.
Recuerda que el Tarot ayuda, es una guía
Finalmente es importante decirte que cada persona interpretando Tarot lo hace de una manera diferente, y es que esa frase de «cada maestrillo tiene su librillo» aquí también es cierta.
Por lo tanto, si en alguna ocasión has acudido a diferentes personas tarotistas – que las hay y muy buenas- es posible que te haya llamado la atención que hiciesen diferentes formas con las cartas, y que incluso los significados de los Arcanos Mayores y los Arcanos Menores fueran explicados de diferente manera: la intuición es la que descifra el mensaje, y la conexión con el Tarot por parte de quien interpreta genera atribuir ciertos significados personalizados, por así decirlo. Sí hay una base de aprendizaje concreto en torno a significados de cada figura, pero con el manejo y unión a lo largo del tiempo creas un vínculo único y con ello significados adicionales precisos de interpretación propia.
Finalmente recuerda: el Tarot es fascinante si lo abordas sin prejuicios y con la persona adecuada. No des por sentado que es algo malo o farsa porque bien empleado te aseguro que ayuda 🙂
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