«Por si las voces vuelven» de Ángel Martín, un libro que me marcó

«Por si las voces vuelven» de Ángel Martín, un libro que me marcó

Papá Noel leyó mi carta donde pedía el libro «Por si las voces vuelven de Ángel Martín, y la emoción al tener entre mis manos aquel deseado regalo de Navidad lo elevó a catalogarlo como superior y no solo como algo material. Y lo bonito fue que aquello que intuía, tras la lectura, comprobé que era cierto.

Estás en un blog de opinión personal, no en un lugar donde haga reseñas, pero vas a comprender la razón principal de hablarte sobre este libro en cuanto te recuerde aquel fideo que publiqué el 6 de octubre 2021 en el que te hablé sobre «La depresión, una compañera con la que he aprendido a convivir».

Desde luego lo enfoqué desde el punto de vista de quien lo vive de cerca, pero no en primera persona. El huésped, que así llamé a la persona protagonista de aquel artículo por preservar su identidad, es alguien muy cercana a quien quiero muchísimo. Leer el libro «Por si las voces vuelven» de Ángel Martín me ha permitido comprender desde dentro muchas cosas que ha podido vivir mi huésped, por eso este libro ha sido más que un regalo. Y si encima le sumas que la lectura me ha ayudado también con el momento de transición personal y profesional que atravieso es un regalo doble tanto las conclusiones como el aprendizaje de todo, sigue leyendo.

BSO para leer «Por si las voces vuelven» de Ángel Martín, un libro imprescindible

He elegido una pieza de Mozart. Tendrás que leer el libro para comprender la relación de la música de este compositor clásico venerado con el contenido.

Sin duda me parece el mejor maridaje para degustar la lectura de este fideo en el que profundizar sobre el poso que ha dejado en mí la lectura de todo lo que relata Ángel Martín.

Así que ya sabes, puedes darle al play y comenzar a leer o bien seguir leyendo y después escuchar la pieza, no importa el orden. En cualquiera de los casos es crucial que escuches el tema que te sugiero porque enfatiza el mensaje aportado en cada fideo, y este no va a ser menos y en el que la relación entre Mozart y libro guarda cierta relación:

De qué va este libro

Es una magnífica muestra sincera, visceral y fascinante de cómo alguien vive una situación complicada sobre salud mental. Además, ayuda infinito a comprender emociones a más gente que esté pasando por lo mismo, tanto de manera directa en primera persona como acompañando a alguien en una situación controvertida de salud mental sea del tipo que sea.

Me gustó y enganchó tanto que leí el contenido completo en unas doce horas, casi sin pestañear por si me perdía algo -guiño guiño- y cuando terminé lloré sin parar.

De hecho lloré en varias partes del libro como en el ingreso, también en el tema medicación y en el alta porque reconocí a mi huésped en estos dos últimos tramos mencionados. Fue brutal y un bálsamo a la vez: hay mucha gente pasando por lo mismo pero poca que se haya atrevido a abrirlo públicamente, y que alguien reputado y famoso -famoso del que se respeta y admira- lo haya hecho visibiliza enormemente y ayuda a quitar estigmas. Quiero que mi huésped lea el libro porque sé que le vendrá muy bien hacerlo.

¿Por qué me emocionó tanto la lectura de «Por si las voces vuelven» de Ángel Martín?

Comprendí muchas cosas de mi huésped. Es ahora mismo, escribiendo este texto y recordando pasajes del libro, y las lágrimas quieren asomar de nuevo porque el aprendizaje a través de la narración de alguien que ha vivido algo tan fuerte es imposible que no deje huella.

Algo despierta en mí que me genera emoción máxima: es quizás por la crudeza del contenido, por el tabú de la temática que gira en torno siempre a la salud mental -que a mí me invadió al principio de la situación de mi huésped y que menciono en aquel fideo de la depresión- o tal vez es porque aunque mi huésped no sufrió el mismo diagnóstico sí vivió algunas cosas muy parecidas durante el tratamiento -aún sigue, ya va mucho mejor por cierto-…

El caso es que cuando cerré el libro tras haberlo acabado una emoción gigante inundó mi ser, y no dejé de darle vueltas a varias ideas que quiero compartir en este fideo de opinión. Me removió por dentro en lo que a mi situación personal y profesional se refiere, y me alivió enormemente también sobre el tema de la depresión porque siempre he dudado de si me comporté adecuadamente con mi huésped. Siempre me dice que sí, pero leyendo he detectado más cosas a desaprender muy interesantes así que las he puesto ya en práctica.

¿Qué es más importante, hacer lo que te apasiona o dejarte llevar por la inercia?

La última parte del libro toca la fibra sensible a todo el mundo, al menos eso creo, independientemente de si has pasado por algo similar o no. La cantidad de reflexiones aportadas van dirigidas a mejorar, a sacar provecho de lo malo quedándote con lo bueno, y me dejan bien remarcada la pregunta de si el reset en mi vida que he hecho este mismo año 2021 es una opción que elegí o que me llegó porque lo necesitaba…

No me importa tampoco la respuesta porque tras la lectura del libro me quedó claro que lo importante no es cuestionarme en qué momento comenzó el cambio si no proyectar la energía en la nueva etapa comenzada y aprovechar al máximo la experiencia de lo vivido -y con ello lo aprendido-.

Me ha quedado claro que debo hacer lo que me apasiona, y dejar lo que no lo haga a un lado porque me lleva hacia unas inercias que me hunden y paralizan. Si llegar a esta conclusión cuando lo necesitas no es un regalo no sé cómo llamarlo 🙂

Las inercias nos frenan y romper con ellas es clave

Puede sonarte obvio y abrir los ojos sorprendid@ por leerme, incluso pensarás «¿has necesitado un libro para llegar a esta conclusión?»… ¡Pues sí, ya ves, y es por el ritmo frenético que llevamos a diario! O esto es solo una excusa más que me doy antes que aceptar que estaba perdida y haciendo cosas que no me llenaban por compromiso puro y duro, por no saber decir que no, por conveniencia o por todo un poco, no lo sé…

Pero si te paras a analizar de verdad tu vida -como yo he hecho seriamente con la mía hace algunos meses- seguro detectarás que hay muchas inercias que no sabes muy bien la razón por las que las mantienes pero lo haces.

Con ello te acabas asomando a un pozo ciego en el que quedarte sin vista no es lo peor: lo es haberte quedado sin rumbo, y así he estado varios meses -o incluso quizás más de un año-.

El reset es necesario porque te ayuda a reconstruirte

Agradecida por todo lo vivido y aprendido con las inercias, en verdad también he comprendido que da igual la respuesta sobre porqué se mantienen: la única respuesta válida creo que es que no merece la pena continuar con inercias de ningún tipo porque nos roban demasiada energía, nos apartan del camino y pueden incluso entristecer… Si un libro ayuda a verlo y comprender que el reset es bueno bienvenido sea, ¿no crees?

Por eso el alcance de este libro en mi momento personal y profesional ha trascendido tanto: he comprendido que resetear no es nada malo si te va a permitir redescubrirte, y a veces necesitas momentos detonantes que fuercen de algún modo cambiar esa situación que estaba paralizada generando inercias porque un@ mism@ puede que no tenga la manera de empezar de cero si no es forzado por algo o alguien.

Así que efectivamente el libro «Por si las voces vuelven» de Ángel Martín ha sido mucho más que un regalo deseado: me ha permitido entender mejor a mi huésped con depresión, y también ha sido una motivación para entender que resetear no es ni comienzo ni final, es una oportunidad para mejorar eliminando lo que falla, descubriendo cosas nuevas y conservando lo que funciona. Post-it 😉

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