El nazismo renaciendo: cuando se normalizan discursos de odio

El nazismo renaciendo: cuando se normalizan discursos de odio

Estamos en unos momentos convulsos en lo que al auge del nazismo en nuestras fronteras se refiere. Un punto clave donde se destapó del todo la olla a presión del movimiento extremo fue en la manifestación por Chueca (Madrid) en septiembre 2021.

En ella se exaltaron discursos de odio y quedó claro lo peligroso que es que exista un partido político que vehiculiza la incitación al odio: han dado fuerza a esta manera de pensar que creíamos sepultada junto a los miles de cadáveres de los campos de concentración que existieron décadas atrás.

Pero el nazismo resurgiendo queda lejos de ser un futuro distópico para una serie de ficción: la realidad ahora supera con creces todo lo que está aconteciendo en pleno siglo XXI. Y hay algo más preocupante aún: que el partido no esté ilegalizado.

BSO para leer «El nazismo renaciendo: cuando se normalizan discursos de odio»

«Jodido Facha» de Hamlet me parece una pieza indispensable por el contenido de la letra, describiendo un perfil concreto que perpetúa acciones antidemocráticas entre otras cosas.

Además, a pesar de los años que tiene la canción sigue describiendo situaciones que se dan actualmente como la corrupción, el abuso de poder, etc.

Recuerda que puedes leer este fideo de opinión con la pieza sonando de fondo, o bien leer y después reproducir el vídeo, no importa cómo lo hagas pero no olvides darle al play:

La manifestación de neonazis en Chueca, punto de inflexión permisiva

En septiembre 2021, y bajo el amparo de ser «Asociaciones vecinales», se permitió una manifestación en el barrio de Chueca de Madrid en la que se produjeron unas imágenes lamentablemente sorprendentes que salieron en medios de comunicación estatales: neonazis gritaban cánticos y frases escupiendo consignas homófobas por el barrio, coreando mensajes como “Fuera sidosos del barrio” o “Fuera maricas de nuestros barrios”…

También lanzaron frases contundentes en contra de los denominados MENAS, (menores inmigrantes no acompañados). Aquello me parecía sacado de otra época, y no daba crédito. Tanta agresividad en las caras era hasta sobrecogedor, y más viendo cómo enarbolaban una bandera con connotaciones que recordaban a la España gris donde ese color imponía y sacaba las porras a pasear si no estabas de acuerdo…

Aquel día en el que vi lo acontecido en Chueca recuerdo que llamé a uno de mis mejores amigos desde hace décadas que vive en Madrid con su marido. Necesitaba quedarme tranquila: «¿estáis bien? Tened cuidado por favor» y su respuesta me encogió el corazón: «estamos bien, tranquila, procuramos no salir por ciertas zonas y no nos damos casi la mano en público por si acaso»… Ese «por si acaso» juro que me dejó sin palabras porque confirmaba que el miedo empezaba a apoderarse de las calles…

Normalizados los discursos de odio en política, aumentando la violencia sin medida

Efectivamente el resurgir del nazismo ahora mismo en España tiene un denominador común que deberíamos tener en cuenta: hay un partido político sembrando odio desde los discursos con traje blanqueando el contenido que incita claramente al odio y empodera a las mujeres cosiendo botones, todo esto con cámaras retransmitiendo las sandeces escupidas por la boca que solo mentes retrógradas pueden pronunciar.

Además de que se está viendo por la televisión, normalizando en las casas esos discursos, también se potencian mensajes enfocados en el odio durante campañas políticas y con bulos vía redes sociales más «Bots» encendiendo aún más el «botón de odiar». Al final jóvenes y adult@s reciben el equívoco mensaje de que la violencia queda validada verbalmente por una representación política real, por lo que hay cierto amparo para materializarla, y a la vista está el aumento de agresiones violentas ligadas al odio por diferentes puntos de nuestro país.

No es casual el aumento de violencia en nuestra sociedad (te recomiendo leer el artículo que publiqué anteriormente violencia: el lenguaje de la sociedad en la era digital), y alarmante es sin duda el aumento en los crímenes de odio (echa vistazo a este artículo de la Sexta).

Es el nuevo nazismo español, fascismo evolucionado al discurso bienquedista del siglo XXI en nuestras fronteras, donde se apela a la libertad de expresión y se apaliza a quien ha salido del armario…

Se puede negar si eres simpatizante de lares conservadores, pero hay una relación estrecha entre haber abierto la puerta política a mentes retrógradas edulcorando lo que realmente defienden y el aumento vinculado a crímenes de odio: se ha legitimado esa manera de pensar.

El caldo de cultivo para el nuevo nazismo

La crisis económica y el paro ya va mostrando bastante de ese iceberg del descontento social que lleva a flote desde hace años, pero hay que sumarle otro punto clave y en el que se centra la atención para que los discursos de odio hablados fructifiquen vía redes spciales y acaben materializados en hechos en las calles: un futuro pintado de negro para jóvenes

Ya tenemos el caldo de cultivo perfecto para lavar cabezas y foguear veneno vía redes sociales, de gran calado juvenil, ¿y cómo hacerlo efectivo?: comprando «Bots», generando noticias fake que se comparten masivamente online (Facebook, Twitter…), buscando puntos de dolor social y después empleando mensajes que la gente quiere oir -aunque difícil será después poner en práctica el humo que se vende-. Y para franjas de edad más amplias funciona perfectamente la difusión por Whatsapp a modo de bulos de toda la vida pero en formato teléfono movil.

Todo se acompaña con ridículas consignas que no van a mejorar nada de lo que falla: es palabrería estudiada que saben que la gente descontenta quiere oir, ofreciendo acciones que en la realidad no se pueden llevar a cabo estando en el poder, aunque vendan su candidatura como si estando en el Gobierno fueran la salvación de España…

Con el corazón en la mano sigo preocupada por esa diversidad social actual que existe (LGTBIQ+): ¿podrán continuar libres por las calles o tendrán que regresar a los armarios cerrados que tanto gusta a la derecha supremacista? El botón de alarma en el Gobierno debería de estar encendido y buscando soluciones, porque un partido legalizado potenciando el odio cara al sol no tendría que estar en activo…

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