La cara oculta de las situaciones

La cara oculta de las situaciones

Este escrito sobre «La cara oculta de las situaciones» lo escribí por 2013 aproximadamente. Aquel año el destino jugó sus cartas y me envió una señal, de esas que a veces confundimos con casualidades.

Una mañana contactó conmigo una persona que hacía año y medio que no veía, y con la que había compartido escenario profesional, en términos colaborativos, durante un tiempo en 2011.

Él tuvo que dejarlo y, desde entonces, solo habíamos coincidido después un par de veces más para colaborar en el medio donde él trabajaba. Tras aquella última vez no habíamos vuelto a saber nada el uno del otro, salvo unos rumores feos sobre él que me llegaron poco tiempo después y que no me encajaron nunca…

BSO para leer «La cara oculta de las situaciones»

«You get what you give» de New Radicals. Recibes lo que das, qué gran verdad si crees en la justicia Kármica.

El disco al que pertenece este tema forma parte de mi banda sonora personal, así que me parece genial que forme parte de esta vivencia de hace 9 años que voy a compartir contigo.

Recuerda dar al play y leer a la vez, o bien leer y después disfrutar de la canción, pero en cualquier caso no olvides degustar la música recomendada antes de irte:

No te quedes con lo primero que te llegue

En la cara oculta de las situaciones siempre hay un tramo desconocido, ese que oculta quien primero da una versión. Así que en este caso concreto de la persona que fue compañero mío siempre tuve claro que algo no encajaba, quizás fruto de ese instinto que me ha acompañado a menudo.

Posiblemente fui de las pocas personas que le otorgaron el beneficio de la duda en una ciudad -y así van todas- donde gusta siempre creerse lo primero que te cuentan, de ese tipo de sitios en los que si no formas parte de cúpulas importantes -que casi parecen mafias- estás condenad@ a ser juzgad@ como esas mafias crean oportuno.

Y a él le tocó un juicio muy negativo, sin poderse defender porque quien estaba detrás de su acoso y derribo era alguien bastante pública, una persona además admirada por gente local y con muchos contactos por su profesión. Por eso, ante gigantes bien vistos que guardan las formas en público y tienen una buena fama labrada desde hace años, difícil es demostrar la cara oculta que luego proyectan ante personas dóciles a las que machacan en privado…

INTERCAMBIAMOS EXPERIENCIAS Y NOS HABÍA PASADO CASI LO MISMO:

Tomamos un café y nos pusimos al día de todo lo acontecido tras aquellos proyectos que compartimos durante un tiempo. Sin saberlo íbamos a exponernos la cara oculta de las situaciones vividas y que desconocíamos por completo, tanto el de mí como yo de él.

Los dos compartimos experiencias sufridas y resultaron ser muy parecidas, por desgracia. Habían sido experimentadas en intervalos de tiempo distintos, pero en esencia el paralelismo -ojalá pudiera catalogarlo de quimérico- era prácticamente total, semejante y real: sufrimos a personas de edades parecidas azotándonos con sus látigos perversos movidos por la envidia, simplemente por ser dóciles idealistas y soñadores que solo quisimos hacer las cosas como creíamos que debían realizarse.

Y ese fue nuestro error: pulsar aquel botón ligado a la honestidad y al compromiso profesional llevado a término desde el lado pasional que encendió y despertó, sin darnos cuenta, a la bestia que tod@s llevamos dentro y que solo un@s poc@s sacan en su peor forma posible. Lo curioso es que quienes nos hostigaron tenían amistad, y relación profesional… Todo parecía un puzzle macabro en cierto sentido…

Conocer la cara oculta de las situaciones hace encajar piezas

Aquellas personas que nos jodieron la vida durante algunos meses eran personas que teníamos en común y que incluso habíamos llegado a colaborar conjuntamente.

Realmente pasaron de ser compañer@s admirad@s a odiad@s por su comportamiento inexplicable en privado y de la noche a la mañana. Cada proceso, tanto el de esta persona de la que te hablo como el mío, fueron muy duros y nos cerraron puertas a nivel local. Intercambiamos valoraciones al respecto, como si de una terapia se tratara, y coincidimos en que el modus operandi de este perfil de personas es casi idéntico. Se mueven por tiranía, y por supuetso sin escrúpulos. Qué importante es moverte en un buen banco de peces, como te conté en el fideo El océano profesional: ¿tú qué eres, tiburón o pez?.

Una pena, pero gran aprendizaje por nuestra parte de cara a futuras situaciones -ojalá nunca más nos veamos en otra de estas, pero la vida tiende a repetir vivencias para comprobar si aprendimos de la anterior experiencia-. (Esto está escrito desde el año 2013, y ahora en 2022 puedo confirmar que sí, que viví alguna situación más parecida, pero supe confrontarla mejor).

Treas la conversación nos quedamos tranquilamente, sonriendo a la vida:

Estuvimos más de dos horas hablando y me quedé tranquila del todo porque comprendí que el tiempo nos cede a veces la posibilidad de conocer la otra parte, esa cara oculta de las situaciones que como la cara oculta de la luna en una historia solo sabías de ese lado que aparentemente proyectaba luz porque quien fue hablando de más también fue iluminando a mucha gente con rayos equivocados, y premeditadamente…

Siempre albergué dudas al respecto -no me podía creer que hubiera hecho aquello de lo que se le acusó- y le brindé en su momento el beneficio de la duda a esta persona que estigmatizaron much@s durante bastante tiempo. No me equivoqué haciéndolo.

A veces parece que nunca conoceremos la historia completa de situaciones que no nos encajan y un día, de casualidad -aunque mejor dicho por destino- ves la luna completa y comprendes que en todos los sitios hay luces y sombras, y siempre es necesario conocer ambas partes porque a menudo la que más parece brillar es en realidad la más oscura…

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