Hablemos de ghosting y de cómo cada día el escapismo del siglo XXI ha adoptado un rol protagonista en nuestra sociedad actual. Analizo algunas motivaciones para hacerlo y recibirlo desde mi experiencia personal.
Por supuesto abordo qué se esconde detrás de esta acción que deja daño aunque muchas veces no se tenga esa motivación, y que prácticamente todo el mundo hemos practicado al menos una vez en nuestras vidas -o más-.
Indudablemente nos encontramos ante un término moderno en nombre, pero antiguo en existencia, y como siempre desde la autocrítica y vivencias quiero abordarlo.
BSO para leer «Ghosting: cuando desaparecer se convierte en una táctica de escapismo»
«I Don’t Love You» de My Chemichal Romance. Decir «no te quiero» a alguien, sea por sentimiento no amoroso o porque es gente que nos hace mal, es una frase que se recibe a veces directamente o bien se omite pero que queda latente con el ghosting.
Este grupo me encanta, de hecho el disco «The Black Parade» del que sale esta pieza me parece imprescindible para entender la oleada de bandas en un limbo sonoro entre alternativo y mainstream que sirvió de puente para adentrarse en otras opciones compositivas más complejas e intensas -al menos en mi caso fue así con esta y otras tantas formaciones de la época circulando en medios masivos-.
Recuerda que puedes escuchar ahora y leer después, primero leer y luego escuchar o leer y disfrutar a la vez con el tema. Elijas lo que elijas no olvides dar al play:
¿Por qué se hace ghosting?
Hay miles de razones, pero quiero contarte el porqué lo he hecho yo. Me resulta más cómodo hablar de vivencias, y no tanto de terceras personas que lo puedan estar haciendo bajo otros condicionantes.
En primer lugar resalto que es una huída fácil cuando las cosas se tensionan, así que una de las razones por las que he hecho acopio del ghosting y lo he materializado ha sido dejar atrás a alguien con quien hablar razonablemente es imposible.
Así que ante conversaciones surrealistas pidiendo explicaciones a comportamientos incomprensibles, he aprendido que el ghosting es un remedio santo para evitar las odiosas «vueltas de tortilla».
Y es que es lo te encuentras normalmente cuando pides explicaciones sobre malas acciones recibidas, y la otra parte en vez de explicar ataca usando la técnica espejo o victimizándose.
Hice ghosting: mis motivaciones para desaparecer
La primera vez conscientemente fue en 2021, hace casi un año ya. Resulta que detecté una especie de plagio de un servicio concreto desde mi Agencia VB comunicAction precisamente de una persona cercana, y me quedé tan a cuadros al descubrirlo que respondí visceralmente a un post en una red social donde anunciaba esta persona algo muy similar a lo que yo había puesto en marcha unos meses antes, y que encima me había contratado meses atrás.
Al defender lo que era mío recibí hostilidad de quien había sido jeta copiando gran parte del servicio… Es lo que tiene la ambigüedad digital, que demostrar plagios en estos lares es complicadísimo. En vista de esta situación tan brutal y decepcionante decidí cortar por lo sano cualquier relación con esa persona, y así con el ghosting puse tierra de por medio ante la inviabilidad de solucionarlo.
Yo desaparecí porque entendí que se estaban aprovechando de mí, y encima era de las de hacerse la víctima ante la pillada incluso intentando despretigiar. Poner tierra de por medio me proporcionó paz, porque hay gente con la que hablar es imposible por el elevado nivel de cinismo que tienen. Decidí no perder el tiempo.
¿Por qué recibes ghosting?
En primer lugar parte de una pregunta: «¿he hecho algo para ofender a la otra parte?» Cuando alguien ha desaparecido repentinamente de mi lado me he sentido muy mal, y he buscado respuestas a esa misma cuestión planteada.
De hecho un ghosting duro que me hicieron fue cuando me quedé embarazada en 2015. Tenía una amiga desde hacía casi 10 años a la que consideraba de las mejores, pero al enterarse de que iba a ser madre desapareció; me dejó de llamar y se esfumó, así, de la noche a la mañana.
Nuestra amistad había sido tan grande que yo tenía llaves de repuesto de su casa y algunos objetos almacenados en mi trastero. Como no daba señales de vida tardé unos meses en localizarla para devolverle las llaves y quedar con ella para que recogiera sus cosas del trastero.
La devastación de que te haga ghosting alguien a quien quieres se supera
Aquella cita para darle sus pertenencias a la que había sido mi amiga fue surrealista: casi ni me miró a la cara, ni un «gracias» o «que te vaya bien»… Estaba allí, con casi 8 meses de embarazo repleta de hormonas y sensibilidad agudizada al máximo exponente, e incrédula ante lo acontecido.
Resulta que mi marido me había llevado en coche y descargó las cosas del maletero aparcado en doble fila al lado de la puerta de la casa donde vivía esta persona para que no tuviera que recorrer demasiado tramo. Fue a aparcar bien el vehículo, y al regresar esta persona ya no estaba…
Lo que hizo en un abrir y cerrar de ojos fue recoger sus cosas, sin mediar palabra, y se fue. Cuando llegó mi marido a donde yo estaba para despedirse nos miramos perplejos, me preguntó por aquella persona y solo pude encogerme de hombros con los ojos como platos y las cejas alzadas no dando crédito… Fue horrible la situación, pero con la perspectiva del paso del tiempo llegué a una clarísima conclusión:
Realmente si de verdad no hay una motivación concreta por tu parte para haber recibido ghosting, es posible que quien te lo ha hecho no haya podido sacar lo que quería de ti, o lo consiguió y perdió el interés.
La que era gran amiga dejó de sentir interés por salir de fiesta conmigo porque iba a ser madre, y ya no le servía para ese cometido, sin más. Y alguna vez me la encontré por la calle, ya con mi hija de la mano, y se quedó mirando pero no se paró a pesar de que yo iba a hacerlo.
Desde luego es crucial comprender que el ghosting es una escapatoria fácil para no dar explicaciones, sea por evitar que te culpen con o sin razón, o bien por esquivar golpes que no quieres recibir sean merecidos o no.
Así que si tú también has recibido ghosting habrás sentido un montón de cosas, y si lo has hecho tendrás tus motivaciones. Al final ni todo es blanco ni todo es negro: desaparecer hace daño, pero no te quedes con la superficie porque siempre hay un trasfondo, siempre se huye sea por bienestar propio, por cobardía, o bien por realismo ante una situación concreta, por necesidad, por evitar toxicidad irremediable de alguien que no te hace bien, por supervivencia…
Y tú, ¿qué piensas del ghosting? Cuéntame, estoy en Facebook, en Instagram, en Twitter.
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