Existe un perfil hermoso girando en torno al neofeminismo, brujas del siglo XXI recogiendo el testigo fascinante en clave de 3ª ola que sacude almas y corazones, teje redes de apoyo, y da mucho más de lo que nunca habría imaginado.
Es la sororidad vestida de morado los 365 días del año, las brujas sin escoba barriendo fuera de sus casas aquellos mitos arcaicos que nos relegaban a nuestros quehaceres domésticos y crianzas, desterrando con esa limpieza clichés y fomentando una reeducación necesaria para derribar muros en las estructuras patriarcales que nos rodean.
En esta fecha especial anual, 8M, no puedo dejar de escribir que todos los días son el Día de la Mujer porque en redes sociales se inunda todo de apoyos en posts pero el resto del año no se traduce en contrataciones dentro del plano musical, por ejemplo. Siguen existiendo poses y actitudes progres que se quedan solo en eso, pero también existe un precioso movimiento en el que hombres y mujeres vamos de la mano buscando una igualdada real. Te hablo sobre todo esto con visceralidad máxima.
BSO recomendada para leer «Brujas del siglo XXI: así somos y así nos sentimos»
«Bad Reputation» de Joan Jett & The Blackhearts pone música a este texto reivindicativo.
Se trata de una de las figuras inspiradoras para muchas mujeres dentro del plano musical, una todoterreno que en épocas complicadas rompió esquemas y generó que niñas de la época quisieran ser de mayor como ella. Es La importancia de crear referentes femeninos de lo que ya he escrito también aquí en blog Sopa Frita en Mi Cabeza.
Así que puedes dar al play ahora y leer con el tema de fondo o bien leer y después disfrutar de la canción, no importa el orden pero no olvides escuchar la pieza sugerida para degustar la lectura:
Patriarcado, palabra viciada que es necesario tener presente
Que no te asuste esta palabra, patriarcado, que bien empleada define perfectamente sistemas dominando cualquier organigrama, donde las bases son el machismo y el tejado techos de cristal.
Las brujas del siglo XXI tenemos claro que hay que cortar con las limitaciones que nos impusieron desde tiempos ancestrales y sabemos que no basta con mirar: tenemos que actuar, y poner en el foco todo lo que falla es el primer paso que se lleva dando sin miedo desde hace años.
Para ello hay asociaciones, colectivos y entidades de diversa índole a lo largo y ancho del territorio estatal apostando precisamente por finiquitar sistemas defectuosos que estaban enfocando mal a la mujer. Más bien la desenfocaban intencionadamente para que quedase fuera de encuadres en puestos directivos, en carreras, enmarcando un destino no elegido pero sí impuesto automáticamente desde la cuna.
Nuestras ancestras luchadoras, inspiración y respeto
Muchas antes reivindicaron, a costa de su vida incluso, y debemos tanto a estas mujeres increíbles que este texto se lo dedico a ellas, con el corazón en la mano y máximo respeto en el teclado.
Su legado no fue en vano, y así lo constato cogiendo su testigo de algún modo, a golpe de palabra y voz cuando puedo, día a día, combatiendo situaciones que se cruzan muy a menudo y que denotan todo el trabajo que aún queda por hacer. Somos muchas personas recogiendo sus testigos, y emociona comprobarlo.
Desde luego tengo fe ante el cambio porque avanzamos, y sobre todo tengo apoyo para asirme en esta visión porque somos muchas personas agarradas de la mano trabajando para la igualdad real: hombres y mujeres fascinantes que nos hemos reconciliado con nuestros errores educativos, aceptando que estaban ahí en vena inoculados por una sociedad machista por naturaleza, y poco cuestionada hasta que despiertas.
A veces abrir los ojos es progresivo, otras de inmediato, y algunas personas -por desgracia- nunca los terminan de abrir, pero si emerges del sueño con mente analítica acabas asumiendo y comprendiendo que solo con reeducación es posible el cambio. Y estas reflexiones que nos empujan a reconducir aprendizajes se los debemos a nuestras ancestras, que ya analizaban situaciones machistas y las cuestionaban en épocas en las que hacerlo podía suponer perder la vida. Para ellas va este texto.
¿Cómo son las brujas del siglo XXI? Te lo muestro
En noviembre del 2021 creé una imagen para redes sociales desde el Censo Riot Girl recopilando frases para detectar a una bruja del siglo XXI, y fue propiciado porque mentes retrógradas con escaño y colores azul y verde llamaron «brujas haciendo aquelarre» a las mujeres políticas que se reunieron por esas fechas creando una alianza –no sé si premetidada o no, pero al menos fue un punto de inflexión- abordando la igualdad.
El caso es que me jodieron tanto las palabras de «bruja» y «aquelarre» escuchadas por personas que parecen sacadas de la Inquisión que decidí darle una vuelta a esos términos que enfocaban con desprecio para tornarlas hacia lo hermoso, y así nacieron las siguientes frases que sirven para medir tu nivel de brujería. Cumplo todas, y me gustaría que añadieras al final las tuyas propias. Aquí están:

- Crees en la igualdad real
- Te manifiestas aunque te tachen de bruja haciendo akelarre
- Te reeducas conscientemente
- A quien te llama Feminazi le miras con indiferencia
- Te sientes libre para elegir
- Rompes techos de cristal
- Coser botones NO te empodera
- Reivindicas sin miedo a diario
- Cuestionas funcionamientos
- Sacas peinetas a retrógradas
- Te unes a mujeres empoderadas
- Educas en igualdad a tus hij@s
- Estás en contra del machismo
- Alzas la voz cuando puedes
- La equidad es un objetivo
- Las excusas manidas no cuelan
Si te llaman bruja sonríe orgullosa porque ven en ti una persona combativa y eso asusta a quienes no quieren que cambie nada. Desterremos ideas, frases y actitudes comprendiendo que la unión hace la fuerza, así que unimos fuerzas cerrando con una frase al unísono: «Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar y ya nada nos podrá detener» (Ame Soler).